La semana, antes de la vacaciones navideñas, estuve en proceso de estrategia que me solicitaron los dueños de una empresa por acá en Querétaro.
Uno de ellos, me comentó «en corto», «Desde hace varios meses he tenido problemas para dormir; me duermo a las 22:00 horas y para las 2:00 de la mañana me despierto y no puedo conciliar el sueño nuevamente; estoy haciéndome análisis para ver qué me pasa».
Le dije que el cerebro concentra su atención en lo que te dices y busca cómo demostrarte que lo que te dices «es verdad»; le pedí que, durante ese día, repitiiera una afirmación, en tiempo presente y en positivo de cómo quería pasar las noches, algo como «Soy una persona que muy fácilmente consigue un sueño plácido y reparador, permanezco al menos 8 horas dormido cada noche, me despierto repuesto y energizado, me siento muy feliz». Además le sugerí que visualizara esa afirmación como si estuviera pasando.
Al día siguiente de aquello, me escribió un mensaje diciéndome que hizo lo que le pedí y que, para su sorpresa, esa noche durmió de las 22:00 horas hasta las 7:00 horas del día siguiente, de manera ininterrumpida.
Sabemos que podemos programar nuestras mentes; las técnicas son sencillas, un mensaje repetido, visualización como si estuviera pasando, poner imágenes en diversos lugares, cuidar el pensamiento, etc.
A lo largo de los años he dado servicios de coaching y consultoría a personas, líderes y equipos. He tenido la experiencia de ver cómo muchos han logrado cambios significativos en creencias, comportamientos, logro de metas.
Escuché el otro día a un escritor decir «Es correcto saber lo que no quieres sólo para, por comparación, saber qué es lo que sí quieres; lo incorrecto es enfocarte en lo que no quieres pues terminarás obteniéndolo, mejor enfócate en lo que sí quieres».
Decía la madre Teresa de Calcula «A mí no me inviten a una concentración anti guerra, mejor a una para la paz». No es lo mismo querer evitar la guerra, porque nos enfocamos en ella, que querer obtener la paz.
«A lo que te resistes, persistes» dijo alguna vez Carl Jung.
Cuando este amigo se enfocó en dormir (lo que quería obtener), en lugar de en el insomnio (lo que quería evitar) y programó su mente con pensamientos y visualización repetidas sobre lo que deseaba, lo obtuvo y me dijo «fue mágico» (y yo agregué para mí mismo «es mental»).
Abrazo,
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