LA BATALLA INTERMINABLE ES TERMINABLE

Tanto a nivel personal como a nivel organización, el tema de comportamientos es una batalla que no parece tener fin.

Los individuos no «pueden» dejar sus comportamientos improductivos (fumar, beber, sedentarismo, gasto descontrolado, etc.), o bien, no «pueden» hacer hábitos productivos (ejercicio, lectura, ahorro, etc.)

En las organizaciones ocurre algo semejante, los jefes no encuentran maneras de que sus colaboradores y otros grupos hagan lo que «les toca» hacer (que los doctores de un hospital se laven las manos, que las personas siguan un procedimiento, que los operadores usen el equipo de seguridad, etc.)

Creemos que usando la fuerza de la voluntad podremos, o en el caso de grupos, con la persuasión verbal basta. Primero, de acuerdo a las investigaciones de Stanford, la fuerza de la voluntad es una trampa, pues no es una fuerza, sino una habilidad que se puede desarrollar y, segundo, la persuasión verbal tiene un bajísimo impacto en el cambio de comportamientos.

De nuevo, la ciencia, nos dice que son 6 los factores que influyen en el comportamiento humano (en que quieras y puedas cambiar), estamos ciegos a ellos y son poderosos pues actúan en combinación. Para el cambio necesitas usar 4 estrategias científicas (tanto en lo personal, como en el cambio de un grupo). Claro, primero identifica el comportamiento a dejar o a adquirir (si puedes medir qué mejorará en tu vida o la empresa con el cambio, mejor). Las 4 estrategias son las siguientes:

1. Identifica momentos cruciales de mayor tentación (para un fumador pueden ser las fiestas, para un grupo puede ser los lunes de cada semana), aquellas situaciones donde sea más probable que caigas en lo que ya no quieres o dejes de hacer lo que quieres.

2. Diseña comportamientos vitales: Son acciones que harás en los momentos cruciales de 10 a 15 minutos para que la tentación desaparezca (la ciencia lo ha comprobado).

3. Alinea las fuentes (factores) de influencia:

a) Haz una lista de las consecuencias de cambiar y de no cambiar, tenlas presentes; si se trata de un grupo comunícaselas.

b) Haz lo que no puedes: Si requieres aprender algo que facilite el cambio, capacítate y aprende. En un grupo aplica igual.

c) Cómplices y amigos: Identifica en tus grupos (familiar, laboral, social) a aquellas personas que te invitan a caer en lo que ya no quieres hacer o a dejar lo que sí quieres (cómplices) y a aquellas personas que te invitan a no rendirte (amigos); plática con los cómplices para que entiendan tu proceso y acércate a los amigos. Lo mismo con el comportamiento de un grupo.

d) Un coach: Si alguien ya logró el cambio que deseas, pídele que te enseñe cómo.

e) Diseña un sistema de recompensas: Si te portas bien recibe tu premio; lo mismo para un grupo.

f) Cambia el entorno: Los espacios en que sueles estar influyen; cosas como crear barreras (entre tu tentación y tú), administrar distancias (lejos lo malo, cerca lo bueno), tecnología, etc. Lo mismo en las empresas cuando se trate de grupos.

4) Implementa todo lo que diseñaste en el punto 3 y, si no funciona, ajusta y vuelve a implementarlo y así hasta que funcione.

Esto es un proceso científicamente demostrado. No te rindas, los comportamientos habituales pueden cambiar. La batalla puede parar.

Abrazo.

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