EL CEREBRO Y EL LÁPIZ

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Como saben, entre otras cosas, en mi trabajo ayudo a personas a entender de manera muy simple, cómo funciona el cerebro o, más bien, las mentes (consciente y subconsciente) para comprender cómo es que ésta última puede ayudarnos o complicarnos el camino para alcanzar lo que deseamos.

Y, aunque no soy neurocientífico, el tema me interesa y he seguido la lectura de algunos libros (y tengo muchos más por leer de este tema en mi librero), para profundizar algo más, sin complicarme demasiado, sobre el funcionamiento de este órgano maravilloso.

Ya he escrito del tema varias veces, incluso, escribí sobre algunos mitos que tenemos sobre nuestro grandioso cerebro.

Quisiera compartirles algunos datos más sobre el cerebro y las células nerviosas:

• El cerebro se compone en un 65% de agua; sus células más numerosas son las gliales y luego las neuronas, las células más especializadas y las únicas que se comunican entre sí por impulsos electroquímicos

• Las neuronas varían en tamaños (algunas hasta de 90 cms.) pero funcionan y se comunican de manera similar, sin embargo, en cada uno de nosotros las redes que se forman entre ellas varían dándonos nuestras características individuales

• Las neuronas parecen un árbol de roble sin hojas

• Tienen un núcleo con ADN que es constituido por genes (la molécula de ADN está formada por nucleótidos – químicos básicos – con 4 bases nitrogenadas: Adenina, timina, citosina y guanina, las primeras dos se conectan entre sí y lo mismo las segundas, una secuencia de varios pares de estas forman un gen, que indican a la célula que genere ciertas proteínas para funciones específicas; los glóbulos rojos son las únicas células sin ADN)

• Alrededor del núcleo está el cuerpo de la célula y de él, como ramas de árbol, se generan extensiones llamadas dendritas (neuritas o terminales postsinápticas)

• Hacia al otro extremo del cuerpo de la célula está el axón o tronco del árbol neuronal (una larga fibra que conduce los impulsos eléctricos) y éste termina con otras extensiones llamadas, precisamente, extensiones del axón (neuritas o terminales presinápticas)

• Existen diferentes tipos de neuronas: Según su longitud, cantidad y número de ramas (unipolares, bipolares, multipolares), según tu tamaño (axón largo o Golgi Tipo I, axón corto y multipolares o Golgi Tipo II, las más numerosas)

• Neuronas Tipo Golgi I: Motora inferior (Médula espinal), Piramidal o neurona motora superior (Corteza cerebral), De Purkinje (Corteza del cerebelo)

• Neuronas Tipo Golgi II: Cortical (Neocórtex), Estrellada (Corteza del cerebelo), Granular (corteza del cerebelo)

• Cuando las neuronas se activan pasan el impulso eléctrico por el axón hacia las terminales del axón (presinápticas) y éstas, a su vez, lo pasan a las dendritas de otra (postsinápticas), que recorre su axón para pasarlo a las terminales propias y, luego, a las dendritas de la que sigue, etc.

• Es interesante saber que las terminales del axón de una neurona transmisora, nunca toca a las dendritas de la receptora, existe entre ellas un pequeño espacio llamado sinapsis, que mide alrededor de una millonésima de centímetro o milésima de milímetro (sinapsis viene del griego que significa conectar o unir)

• ¿Cómo se activa una neurona? El proceso inicia en la membrana de la neurona, la “piel” que rodea a la célula (tiene un espesor de 8 nanómetros o la 100,000a. de un metro); un ion es un átomo con carga eléctrica (positiva o negativa) porque ha perdido un electrón de su superficie; estos átomos cargados son los que generan las señales eléctricas por las que se comunican las células nerviosas (los iones más importantes son los positivos de sodio y potasio y los negativos de cloro); la membrana celular es la que permite que ciertos iones entren a la célula o no; la neurona en reposo tiene una carga negativa (por los iones que tiene en su interior), cuando se activa permite que otros iones entren pasando su carga de negativa a positiva iniciando un flujo eléctrico (llamado potencial de acción que dura 5 milisegundos), recorriendo todo el axón hasta sus terminales y, de ahí, pasan a las dendritas de una neurona receptora y la operación se repite una y otra vez, lo que se llama impulso nervioso (este flujo eléctrico puede recorrer la longitud de 1 campo de futbol en un segundo) hasta terminar; cuando el potencial de acción o el flujo pasan de una neurona a otra, la primera entra rápidamente en estado de reposo nuevamente

• Una neurona no comunica este impulso a otra neurona a la vez, lo hace simultáneamente con muchas neuronas en un proceso llamado divergencia, sin embargo, también ocurre que una neurona recibe el impulso de muchas neuronas a la vez, en el proceso conocido como convergencia

Todos estos potenciales de acción son los que provocan los impulsos eléctricos que pasan por las neuronas para que hagamos lo que hacemos todo el tiempo.

Veamos los pasos que ejecuta nuestro cerebro, por medio de impulsos eléctricos (por medio de los potenciales de acción ya mencionados), para levantar un lápiz del suelo:

1. Mi pensamiento de levantar un lápiz inicia la primera serie de potenciales de acción en mi cerebro

2. Mis ojos ven el lápiz e inician la segunda serie de potenciales de acción

3. Mi lóbulo occipital (la parte del cerebro responsable de la visión), registra la imagen de lo que veo

4. Mi lóbulo temporal (responsable de la asociación junto con el almacenamiento de recuerdos y aprendizaje) asocia la imagen de lo que veo con lo que él recuerda de los lápices y luego crea otra serie de potenciales de acción

5. Mi lóbulo frontal (responsable de las actividades mentales superiores) me permite mantener mi atención, mientras me inclino intencionalmente para tomar el lápiz

6. Cuando empiezo a formular e integrar el movimiento de tomar el lápiz, el lóbulo frontal y el lóbulo parietal (la porción motriz del cerebro, también responsable de los mecanismos del lenguaje y de las funciones sensoriales generales) me ayuda a iniciar la acción del movimiento en mi brazo, manos y dedos, y disparan mi anticipación sensorial de las sensaciones que puede producir el lápiz

7. Mi lóbulo parietal me permite sentir que tengo el lápiz en mi mano; puedo percibir la forma, la superficie áspera de la madera expuesta al sacarle punta y la suavidad de la goma de borrar

8. Al mismo tiempo, el cerebelo (responsable de coordinar la actividad muscular voluntaria) dirige los movimientos motrices finos del cuerpo para inclinarme y tomar el lápiz; sin el cerebelo, podría tomar el lápiz, pero quizás lo lanzara volando por encima de mi cabeza o lo dejara caer al piso

Toda esta actividad fue por potenciales de acción donde iones de sodio y potasio entraron y salieron de las células nerviosas y sin ninguna percepción consciente de mi parte ¡Gracias al cielo! (del 96% al 98% de nuestra percepción y conducta diarias es subconsciente).

Sea como sea, el cerebro es maravilloso.

Cuando me preguntan la diferencia entre cerebro y mente, suelo explicarlo, de acuerdo a lo que he estudiado, de manera muy simple, el cerebro es el órgano del cuerpo, la mente es un cerebro vivo; cuando el cerebro muere, desaparece la mente. Es decir, que todo el proceso de levantar del suelo un lápiz fue producto de mi cerebro vivo, es decir, de mi mente, en este caso, subconsciente.

Nuestra mente consciente (consciencia subjetiva) se ubica en el neocórtex del cerebro (la parte más externa de él), mientras que la mente subconsciente (consciencia objetiva y hogar de muchas de nuestras creencias) se ubica en mesencéfalo, cerebelo y tallo cerebral.

Como dice el Bhagavad Gita, este texto sagrado del hinduísmo, «Debemos liberarnos con ayuda de nuestra mente…para el que ha conquistado a la mente, ella es el mejor de los amigos, pero para el que no lo ha logrado, la mente seguirá siendo el peor enemigo».

Creo que entender, de manera simple, cómo funciona nuestro cerebro y nuestra mente, nos puede ayudar a «liberarnos» con su apoyo.

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