No todos, pero algunos sí.
En su artículo para el Harvard Business Review «Coaching the toxic leader», Manfred Kets de Vries, catedrático del INSEAD (la mejor escuela de negocios de Europa), nos habla de algunas patologías psicológicas presentadas por algunos líderes, cómo identificarlos y cómo ayudarlos.
Va la lista y los consejos:
1) El narcisista: Tienen grandiosas fantasías sobre ellos, son egoístas y desconsiderados, persiguen el poder y el prestigio a cualquier costo; se les identifica por cómo sus colaboradores responden, se sienten usados por el líder, en relaciones no recíprocas; se les ayuda colocando su autoestima en bases sólidas, no destruyéndola y no reforzando sus percepciones de grandeza sobre sí mismos.
2) El maniaco – depresivo: Se trata del trastorno bipolar de la personalidad; se les identifica por sus extremos cambios emocionales, de la euforia a la depresión; se les ayuda confrontándolos con la realidad de sus relaciones y apoyándose con la gente a su alrededor (colegas y familia), el coach habla con ellos con el conocimiento del líder.
3) El pasivo – agresivo: El que expresa sentimientos negativos de manera indirecta y huye de la confrontación; se identifican porque se muestran totalmente de acuerdo con los compromisos y expresan encubiertamente su resentimiento incumpliendo fechas, llegando tarde a juntas, poniendo excusas; se les ayuda resolviendo sus problemas con figuras de autoridad, ayudándoles a expresar su enojo de manera sana y directa.
4) El desconectado emocionalmente: No tienen habilidad para describir e incluso reconocer sus emociones y las de otros; se les reconoce por su dificultad en el manejo de relaciones interpersonales y falta de integración en equipos; se les ayuda dándoles herramientas para la creación de relaciones poderosas y de inteligencia emocional.
En cualquier caso, es importante contar con la participación de un coach con amplia experiencia y, si es necesario, complementar con la ayuda de un psicólogo o psiquiatra.
Aunque la competencia técnica es básica para el desempeño, nuevamente, es fundamental no olvidarnos de que somos seres humanos y tenemos nuestros «problemas» de personalidad.
Lo importante en el fondo, es verlos con compasión, muchos de estos desórdenes son causados desde la infancia y por historias familiares y personales complicadas. Pueden salir adelante.
Abrazo,
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