SOBRE LA AUTOESTIMA

«Una cultura que valora la mente, el intelecto, el conocimiento y la comprensión fomenta la autoestima. Una cultura que denigra la mente socava la autoestima. Una cultura en la que se supone que los seres humanos son responsables de sus actos apoya la autoestima; una cultura en la que nadie es responsable de nada trae la desmoralización y el desprecio de uno mismo. Una cultura que valora la responsabilidad personal fomenta la autoestima; una cultura en la que se anima a las personas a considerarse víctimas fomenta la dependencia, la pasividad… La evidencia de estas observaciones está a nuestro alrededor» Tomado del libro «Los 6 pilares de la autoestima» de Nathaniel Branden

La autoestima crea un conjunto de expectativas acerca de lo que es posible y apropiado para nosotros; estas expectativas tienden a generar acciones que se convierten en realidades; y las realidades confirman las creencias originales; tales expectativas pueden existir en la mente como visiones del subconsciente sobre nuestro futuro; la autoestima, alta o baja, tiende a generar profecías que se cumplen por sí mismas; como dijo Richard Bandler de la PNL «No son tus creencias las que están hechas de realidades, sino tu realidad la que está hecha de tus creencias», o como dice Brian Stacey en su libro «Si lo crees lo creas», así es el poder de la mente y nuestra autoestima está en ella.

La auto estima y su impacto en la organización (y en la vida)

Después de más de 20 años de trabajo en áreas de recursos humanos, desarrollo humano y desarrollo organizacional y, por supuesto, después de haber trabajado con más de 70 organizaciones, en los últimos años, para mejorar sus resultados por medio de trabajar con las personas, puedo, contundentemente, llegar a la siguiente conclusión: La autoestima sana es fundamental para el éxito de la vida personal, profesional y organizacional.

He escuchado un sinnúmero de ocasiones, que es la comunicación el elemento principal para obtener resultados, sin embargo, las conversaciones productivas no pueden darse entre personas con autoestimas defectuosas.

Pero ¿Qué es la autoestima? Según Nathaniel Branden, experto en este tema a nivel mundial, la autoestima está relacionada con dos componentes:

• La eficacia personal: La sensación de confianza frente a los desafíos de la vida
• El respeto a uno mismo: La sensación de considerarse merecedor de la felicidad

La afortunada noticia es que si la autoestima se destruye puede construirse nuevamente. Hay personas cuya sana autoestima existe durante su infancia y luego se hace defectuosa durante la adolescencia y juventud, para volver a ser sana en la adultez y la vejez.

Podemos lograr que estos vaivenes no se den si deliberadamente trabajamos en construir y mantener nuestra autoestima sana. Son 6 sencillas prácticas las que conviene realizar:

1. La práctica de vivir conscientemente: Relacionada con tener una mente activa en lugar de pasiva, reconocer los hechos importantes en lugar de rehuirlos, distinguir los hechos de las interpretaciones y emociones, conocer si mis acciones están en sintonía con mis propósitos, etc.
2. La práctica de aceptarme a mí mismo: Es mi negativa a permanecer en una relación de confrontación conmigo mismo, es estar de mi lado; para superarme lo primero que necesito es aceptarme
3. La práctica de asumir la responsabilidad de uno mismo: Ser responsable de la consecución de mis deseos, de mis elecciones y acciones, del nivel de consciencia que aporto a mi trabajo y mis relaciones, consciencia de mis conductas con otras personas, responsabilidad de aceptar o elegir mis valores, de mi felicidad personal
4. La práctica de la autoafirmación: Respetar mis deseos, necesidades y valores y buscar su forma de expresión adecuada en la realidad, es la disposición de valerme por mí mismo, a ser quien soy abiertamente, a tratarme con respeto en todas las relaciones humanas
5. La práctica de vivir con propósito: Usar nuestras facultades para la consecución de las metas que hemos elegido; con el propósito consciente de alcanzarlas
6. La práctica de la integridad personal: Cuando nuestra conducta es congruente con nuestros valores declarados, cuando concuerdan los ideales y la práctica, tenemos integridad

La necesidad de autoestima es un llamado al héroe que llevamos dentro.

Mientras que una autoestima defectuosa está relacionada con la irracionalidad, con la negación de los hechos, con la falta de colaboración, con la necesidad de ser el poseedor la verdad absoluta, con el rechazo al cambio y con las relaciones hostiles, una autoestima sana está vinculada a relaciones productivas, la racionalidad, la apertura al cambio y lo desconocido, a prestar y solicitar ayuda, a reconocer los errores y estar dispuesto a corregirlos.

Una persona con autoestima sana es atraída por personas de autoestima sana, lo mismo ocurre con las personas de una autoestima defectuosa.

Las relaciones más desastrosas se dan entre éstas últimas. Las personas que tienen un bajo concepto de sí mismas.

Como diría Nathaniel Branden, “La unión de dos abismos, no crea una cima”.

No es despreciable, sino por el contrario, que las organizaciones (incluidas las parejas y familias), comiencen a tomar muy en serio el tema de una autoestima sana y procurar esfuerzos deliberados por ayudar a sus miembros a desarrollarla y contratar nuevo talento considerando este importante aspecto.

Mejores personas producen mejores relaciones y resultados.

Saludos, Juan Carlos Puerta

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