El futbolista Lionel Messi dejó a la selección argentina de fútbol tras quedar subcampeones en las respectivas finales de 3 campeonatos internacionales alegando que «Yo no estoy para ser segundo lugar»; dicen que una maestra de su país le mandó un twit (mensaje por la red social Twitter) diciéndole «Señor Messi, por favor, no enseñe a los niños de nuestro país que ser el primero es lo más importante».
En su documental «Yo soy» Tom Shadyac comenta que en su niñez fue el mensaje que recibió en casa, «¡Vamos hijo! ¡Sé el número uno! ¡Véncelos! ¡Sepárate de la manada!». Me parece que es el mensaje que muchos de nosotros recibimos de nuestros padres y, a su vez, ellos de los suyos y así.
La historia científica es eso, historia y, a veces, ha resultado estar equivocada; dos ejemplos son, primero, estamos separados (no conectados) y, segundo, para sobrevivir es necesario competir (Charles Darwin o quienes dijeron que dijo eso). Por el contrario estamos conectados y necesitamos colaborar para sobrevivir.
Es común entonces, que vivamos en un mundo de competencia y sin visión de comunidad.
Albert Einstein dijo «Para sobrevivir la humanidad requerirá una forma completamente diferente de pensar», se refería a la colaboración.
Si Adam Smith dijo «En la competencia, la ambición individual, sirve al bien común», John Nash, premio Nóbel de economía dijo «Adam Smith se equivocó, le falta, porque lo productivo es que en el grupo cada quien vea para sí mismo Y para el grupo».
Colaborar es lo más productivo y lo que conduce a la armonía y la paz.
Abrazo,
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