«Fatal» tiene dos definiciones:
* Que es inevitable o está determinado por el destino (esto no quiere decir, entonces, que todo lo fatal es malo)
* Que es muy malo, especialmente si causa desgracias o es perjudicial (esto no quiere decir, entonces, que sea inevitable)
Pues la combinación de EGO + CEGUERA, cumple con las dos definiciones anteriores. Por una parte, esta suma inevitablemente nos conduce a no alcanzar nuestros resultados (a menos que la suerte intervenga y puede suceder) y, por otra parte, la combinación es mala, es decir, es perjudicial o causa desgracias (a menos que la suerte intervenga y puede suceder)
Hablemos del EGO. Dice el diccionario que es la excesiva valoración de uno mismo. Lo interesante es saber el origen del ego. Desde mi experiencia, el ego es sinónimo de una autoestima defectuosa o, de otra manera, el ego es entonces el resultado de la ausencia de una autoestima sana. Cuando existe la autoestima defectuosa se genera un vacío que buscamos llenar (aunque es imposible) con reconocimiento externo, con querer tener siempre la razón, con defendermme de los demás y vencerlos, con no aceptar nuestros errores y debilidades, etc.
Por otra parte, está la CEGUERA. No existe un solo ser humano que pueda ver la realidad tal cual es, no es posible (ninguna otra especie animal puede hacerlo tampoco). No es que estemos mal o bien, sino que vemos diferente de cómo lo hacen los demás. El problema no está en ello, sino en la negación de que vemos la realidad de forma incompleta y, por causa de una autoestima defectuosa, nos creamos los poseedores de LA verdad, ignorando que tenemos puntos ciegos.
Desde el punto de vista de Ray Dalio, administrador de fondos de cobertura, multimillonario y filántropo norteamericano (cuya filosofía de vida podemos conocer en su libro «Principles»), estos dos factores, ego y ceguera, son la causa de no obtener lo que deseamos (sin olvidar que también está la suerte).
Aquí algunas de sus observaciones y consejos:
a. Entiende la barrera de tu ego: Los mecanismos subliminales de defensa que hacen difícil que reconozcas y aceptes tus errores y debilidades
b) Existen dos «tús» que te controlan: Existen dos «tús» que no son más que tus dos mentes; la mente subconsciente que controla tus instintos de atacar o huir frente a una situación y, por otra parte, tu mente consciente que es la parte lógica y racional que puede llevarte a entender una situación particular; así cuando alguien no está de acuerdo contigo y te pide una explicación, tu parte subconsciente interpreta esto como un ataque y respondes enojado, aunque tu parte racional, si operara mejor, podría buscar entender, más que enojarse, la perspectiva del otro y más si es una persona inteligente; tus dos «tús» pelean todo el tiempo
c) Entiende la barrera de tus puntos ciegos: Tu manera de pensar, tus modelos mentales, impiden que veas las cosas de manera más precisa; cada uno de nosotros vemos las cosas a «nuestra manera», dejando parte de la realidad fuera de nuestra vista y, por lo tanto, no podemos apreciar lo que no podemos ver; todos los seres humanos tenemos una ceguera o puntos ciegos, pero los ignoramos
d) Practica radicalmente la mentalidad abierta: Si reconoces que tienes puntos ciegos y, con una mente abierta (con una autoestima sana, sin ego, pues) consideras que otros pueden ver algunas cosas mejor que tú, es más probable que tomes buenas decisiones
Recuerdo a Walter Riso y su libro «El poder del pensamiento flexible», cuando nos explica los tres tipos de pensamiento:
* Rígido: El pensamiento fundamentalista (que tiene bases inflexibles, porque las «cosas son así, como yo digo»), dogmático (las bases de mi pensamiento no son discutibles) y oscurantista (cualquier información que contradiga las bases de mi pensamiento, hay que «ocultarla»)
* Líquido: El pensamiento que va para un lado y para el otro, no tiene bases, cambia según lo que «otros me dicen»
* Flexible: Que tiene bases sólidas pero está abierto al aprendizaje y al cambio; en una entrevista le preguntaron al Dalai Lama que qué haría si la ciencia demostrara que las bases del budismo resultaran falsas y respondió, sencillamente «Buscaría otras»
Tenemos tarea, desarrollar una autoestima sana que impida al ego trabajar y, por otra parte, reconocer que no somos poseedores de la verdad y que no vemos de manera completa, que otras personas pueden ver cosas que yo no veo.
Si además de esto, contamos con suerte, la probabilidad de lograr lo que deseamos será mucho más alta.
Abrazo,
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