Acabo de leer un resumen «informativo» que manda diario la red social Linked In en el que aparece una pequeña nota que se llama «Las ocho habilidades y características que debe poseer el CEO ideal», entre ellas aparecen, ser fluido en, al menos, dos idiomas, haber sido expatriado o tener estudios en el extranjero, todo eso lograrse dentro de no más de 30 años de edad, apasionado por la innovación y la tecnología y tener una visión integral de su negocio y de otros sectores ¡Ah! y valorar el talento de su equipo.
Uff, me enojé y les mandé mi respuesta, que aquí transcribo:
«¡Increíble que ninguna de las 8 habilidades del CEO ideal estén relacionadas con el desarrollo humano! «Tímidamente» se cuela la de «valorar» el talento de su equipo pero ¿Qué hay de las habilidades y herramientas para la escucha empática activa, la expresión asertiva, el auto conocimiento, las 6 prácticas de la auto estima, el manejo de muchas herramientas de factor humano como la escalera de inferencias, el círculo de la conciencia de Miller, el círculo de coordinación de acciones, el dilema del cambio, los compromisos y recompromisos conversacionales, el exponer e indagar productivos, los pasos para las conversaciones y confrontaciones cruciales, la retro alimentación desconstructiva, el manejo emocional, el re encuadre, las herramientas para el manejo y cuestionamiento de modelos mentales, las preguntas del metamodelo del lenguaje, el manejo y fundamentación de los juicios, la disolución de conflictos personales, la resolución de conflictos operativos, el escalamiento íntegro, el proceso de responsabilidad total, el proceso para generación de nuevas creencias, la modificación de comportamientos mediante las fuentes de influencia, las 12 prácticas del manager excelente de Gallup, el liderazgo situacional para el desarrollo del potencial, etc.? Claro, si las 8 habilidades son las que ustedes dicen, se entiende que muchos ejecutivos piensen que esas son las más importantes, todas orientadas al desarrollo económico y tecnológico de la empresa, olvidando flagrantemente, que es el desarrollo humano, no sólo es el MÁS importante, sino que es el que, al final, cambia los resultados de la organización (indicadores y metas duras y medibles)…¡Vaya CEOs tan humanamente incompetentes! (No todos), no en vano Jim Clifton de Gallup, en entrevista a la revista Expansión, declaró «México, en cuestiones gerenciales, es el peor calificado en la región de Latino América y el Caribe, porque tienen pésimos jefes y, los tienen, porque tienen pésimas prácticas de promoción, colocando como jefes a personas que técnicamente son buenos, pero pésimos en la gestión del factor humano ¿Cuándo entenderemos? ¡Ah! Y para acabar, debes tener todas las habilidades del CEO ideal a la edad de 30 años ¡Qué bárbaros!»
En el 100% de las más de 70 organizaciones con las que he podido colaborar en los últimos 10 años, encuentro a muchas personas en posiciones de liderazgo (a cargo de personas) con serios problemas de auto estima y, por lo tanto, terribles prácticas de gestión del factor y talento humanos. ¡Se puede corregir!
Abrazo,
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