EL ELOGIO ¿LO HACEMOS BIEN?

400 estudiantes de 5o. Grado en los Estados Unidos, fueron objeto de un experimento sobre el impacto que tiene el elogio en el desarrollo de los niños (Realizado por Carol Dweck y sus colegas). Se hizo lo siguiente:

1) Se les aplicó a todos 1 examen realmente fácil (así que los resultados fueron muy buenos)
2) Se elogió a los estudiantes, divididos en dos grupos, de dos maneras diferentes: A los primeros se les elogió por su inteligencia (¡Realmente eres muy inteligente en esto!), a los segundos, por su esfuerzo (¡Trabajaste muy duro en esto!)
3) Luego, se les puso 1 de dos exámenes que había y que ellos podían elegir; el primero era difícil pero con grandes oportunidades para aprender y crecer, el segundo muy fácil, en el que seguro obtendrían muy buenos resultados; lo interesante es que del grupo que fue elogiado por su inteligencia, el 67% eligió el examen fácil; de los que fueron elogiados por su esfuerzo, el 92% eligió el examen difícil; ¿Por qué pasó esto? Los que fueron elogiados por su inteligencia pensaron «Me valoras por mi resultado, por mi inteligencia, mejor hago cosas fáciles para que me sigas valorando»; los demás NO pensaron «Si cometo un error pensarás que no soy talentoso» sino «Si no asumo tareas retadoras constantemente no me desarrollaré»
4) Después les pusieron a todos un examen imposible y lo que pasó fue que los elogiados por su esfuerzo trabajaron más duro, por más tiempo y disfrutaron más; los otros se frustraron y se rindieron rápidamente
5) Finalmente, les pusieron un examen a todos, igual de fácil que el primero y lo que pasó fue los elogiados por su inteligencia disminuyeron su promedio en 20% mientras que los elogiados por su esfuerzo mejoraron su promedio 30%

Cuando elogiamos por la inteligencia o resultados las personas caen en la mentalidad fija (fixed mindset), la del sabelotodo y se arriesgan menos en aprender; si elogiamos por el esfuerzo, las personas aprenden a tomar retos y a desarrollarse constantemente, es decir, desarrollan la mentalidad de crecimiento (growth mindset), la del aprendiz.

Satya Nadela, CEO de Microsoft, transformó la cultura de la empresa teniendo en cuenta en evitar la mentalidad fija y practicar la mentalidad de crecimiento. Los resultados son extraordinarios.

¡Tengamos cuidado en cómo elogiamos!

Abrazo,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *