11 AÑOS

Cuando tenía 33 años de edad decidí hacer una introspección que cambiaría para siempre mi visión del mundo.

Descubrí que mi propósito era ayudar a otros a estar mejor (pasar de lo actual a lo deseado).

Muchas de mis decisiones en diferentes aspectos de vida han sido tomadas teniendo en mente este propósito.

Así decidí dejar Monterrey para irme a vivir a Querétaro junto con mi familia, persiguiendo un mayor desarrollo profesional, así realicé un posgrado en desarrollo humano, así me certifiqué en varias disciplinas y modelos, así decidí tomar otras decisiones profesionales y personales, en fin, siempre con la mira de ayudar a otros.

Fue durante mi posgrado en el año 2003, en la materia de consultoría en desarrollo humano, que el maestro nos solicitó crear una compañía «hipotética» de consultoría, como trabajo final de la dicha clase; entonces hice un proyecto en equipo donde diseñamos esta empresa con su propio modelo de intervención, su modelo de negocio, etc. La propuesta del maestro fue que los diferentes equipos presentáramos los proyectos y él daría una calificación de 10 a sólo uno de los participantes, indicando que a su juicio sería el mejor. Ese día presentamos Delphos y se abrió una nueva visión de futuro de «algún día» hacerla realidad (Por cierto nos llevamos el único 10).

En el año 2010, justo un día como hoy, 4 de marzo, «abrimos las puertas». Aunque ya teníamos algunos proyectos realizados en meses pasados, el 4 de marzo fue significativo, pues dimos inicio formalmente a nuestras operaciones.

Hoy se cumplen 11 años de ese acontecimiento.

Alrededor de 70 organizaciones atendidas, con productos y servicios mejorados a lo largo del tiempo y a través de la experiencia, algunos miles de personas, líderes y equipos que han vivido con nosotros nuestro deseo que estuvieran mejor. Esa es la historia por el momento.

Gracias a TODAS las personas que han hecho esto posible y se convirtieron en parte de esta maravillosa historia de Delphos que pone de manifiesto y hace patente, en estos 11 años, el poder que tiene la claridad de un propósito y una visión de futuro que una vez alcanzada nos impulsa a buscar realizar la siguiente en un ciclo sin fin.

Mientras persigamos este propósito y tengamos siempre una visión que alcanzar en el futuro, puedo afirmar que Delphos vivirá y que ¡Lo mejor está por venir!

Un abrazo con cariño para todos ustedes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *