DÍA INTERNACIONAL DEL AGUA Y LOS ENLACES DE HIDRÓGENO

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El 22 de marzo de cada año lo celebramos.

En el año 1995, tuve la oportunidad de dedicarme al desarrollo de software educativo y, nos tocó la fortuna, de que Agua y Drenaje de Monterrey (paraestatal de Nuevo Léon a cargo de ese recurso), nos solicitara el desarrollo de un «taller multimedia» sobre el agua que, felizmente, llegó a todas las secundarias públicas del estado.

Fue necesario estudiar el agua. Lo digo en serio, compramos libros y leímos documentos al respecto. No la conocía hasta entonces y comprobé que realmente es el compuesto (es una molécula, aunque por mucho tiempo se pensó que era un elemento químico) que permite la vida de nuestro planeta.

H2O, dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. La unión del hidrógeno con el oxígeno (enlaces de hidrógeno, se llaman) es tan fuerte, que se requieren grandes cantidades de calor para separarlos. Los enlaces tienen un impacto increíble en la vida de nuestro planeta.

El agua tiene características MUY especiales y eso permite que la vida exista:

1. Capilaridad: Si pones agua en un vaso y observas bien, verás que en las paredes del vaso el agua hace una pequeña curva convexa, que se llama menisco, y no es más que el hidrógeno del agua siendo atraído por el oxígeno en la pared del vaso; si el vaso fuera muy delgado, casi como un cabello, el volumen del agua sería tan pequeño que el agua empezaría a ascender por el vaso por esta misma atracción hidrógeno – oxígeno, fenómeno que se llama capilaridad; este fenómeno permite que la savia corra por los árboles y la sangre, por nuestras venas

2. Capacidad calórica: El agua es capaz de absorber una gran cantidad de calor sin elevar su temperatura; el agua funciona como termostato en el planeta, pues absorbe grandes cantidades del calor del sol sin elevar la temperatura de la Tierra; pero en la noche, el agua libera el calor absorbido devolviendo el calor en la fría noche; en los desiertos hay demasiado calor en el día y mucho frío por las noches debido a la ausencia de agua

3. Densidad: El agua sólida (hielo) es menos densa que el agua en su estado líquido; a muy bajas temperaturas los enlaces de hidrógeno se hacen «duros» (distanciando los átomos de hidrógeno y oxígeno) haciendo del hielo un objeto «esponjoso» menos denso, es la razón por la que el hielo en el vaso de nuestra bebida preferida flota en la superficie; la misma razón por la que los grandes icebergs flotan en el océano; si no fuera así, estos grandes bloques de hielo se hundirían en el fondo del mar impidiendo que la acción solar los derrita; se formarían capas y capas de hielo en el fondo hasta que nuestro planeta quedaría congelado completamente 

Hay otras más.  

Amo el agua.  

Los seres humanos somos la especie que ha desviado cientos de miles de millones de metros cúbicos del ciclo hidrológico, ocasionando un desastre en el planeta (los desiertos han crecido ocupando hoy la quinta parte del territorio mundial).

Hace años leí «Sequía» de Francisco Martín Moreno, recomiendo su lectura (es ficción, pero una buena profecía de lo que nos tocará si no cuidamos el agua).

En la regadera, en el baño diario, 20 litros de agua salen cada minuto. Con sólo 5 minutos en la ducha, son 100 litros. En México, un bajísimo porcentaje de agua es reciclada, la inmensa mayoría, después de usarse, en el baño, en el lavado, en la industria, etc., es devuelta a mares y ríos contaminada.

Ayer escuché a un especialista hablar de lo que se consume de agua en la elaboración de varios productos.

El sitio agua.org.mx dice «El 96% del agua que utilizamos, está contenida en los productos que usamos y consumimos diariamente. Se llama agua virtual al volumen de agua dulce que se emplea para la producción de cualquier bien o servicio, y es agua que no está en el producto en sí mismo, es decir agua que no se ve.

El volumen de agua que usamos diariamente está determinado por la suma de:

El agua que vemos —4 %— es decir la que usamos para beber, aseo personal, cocción de alimentos, sanitarios y el aseo del hogar.El agua que no vemos —96 %— es decir el agua virtual de los productos que consumimos.

Si adicionamos a este volumen el agua necesaria para disolver los contaminantes que se generan para producir lo que consumimos, estaremos hablando de nuestro impacto en el planeta, nuestra huella hídrica.

Este consumo, afecta el agua disponible para todos.»

La producción de un auto requiere, por dar un ejemplo, más de 140,000 litros de agua. Una hamburguesa requiere 2,000 litros para producirse.

No somos dueños del agua, deberíamos entenderla como un tesoro (que por cierto llegó del espacio en forma de hielo a nuestro planeta hace más de 4 mil 500 millones de años y, además, parte de ella, se escapa de nuestra atmósfera hacia el espacio).

Hagamos consciencia, ahorrémosla, captémosla y querámosla.

Abrazo

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