El título de este artículo fue lo que me dijo un buen amigo cuando le platiqué sobre un error que cometí y del que me sentía culpable. No le entendí nada, pero ahora sí.
Trabajo en sesiones de coaching con ejecutivos y personas de diversas empresas y, es común, que varios de ellos, se sientan culpables (y culpan a otros también) por errores cometidos en el pasado y, particularmente en estos casos, esta frase me ha sido muy útil para ayudarlos a reflexionar.
En su libro «Tus zonas erróneas», Wayne Dyer nos dice que existen dos emociones que nos impiden vivir serenamente en el presente, por una parte, la culpa relacionada con el pasado y, el miedo relacionado con el futuro. Frente a la culpa es mejor aprender del pasado, frente al miedo es mejor planear el futuro.
Todos cometemos errores y el sentimiento de culpa no es el mejor en esos casos.
Ahora bien, volvamos a nuestra frase inicial y dividámosla en dos partes. El «Yo no me equivoco cuando me equivoco» me permite reconocer que, cuando tomo una decisión, no puedo garantizar un resultado exitoso, pero sí comprender que actué con lo mejor de mí mismo, de acuerdo a mis valores y con la información y recursos disponibles, y eso es liberador; por otra parte el «me equivoco después» me dice que cuando tengo un mal resultado por aquella decisión del pasado será mejor, en lugar de culpar (a mí o a otros), enfocarme en aprender así seré más productivo (aumentando mi capacidad de respuesta) para el futuro.
Cambiemos la «culpabilidad» por «responsabilidad» y seremos más felices. Abrazo para todos, Juan Carlos.
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