UN PAR DE PENSAMIENTOS

Un par de pensamientos.

Fue un mensaje que mandé, la semana pasada a algunos de los clientes de mi empresa.

Al cerrar un ciclo busco la manera de hacer conciencia de aquello que éste me haya dejado como la reflexión más significativa y, entonces, difundirla.

Puedo compartirles varias agrupadas en 2 pensamientos básicos:

1. Somos seres lingüísticos, cuestionar los pensamientos y el arte de la posibilidad: Como dice Robert Dilts, autor de “El poder de la palabra”, “El lenguaje constituye uno de los componentes fundamentales a partir de los cuales construimos nuestros modelos mentales del mundo, y puede ejercer una tremenda influencia sobre el modo en que percibimos la realidad y respondemos ante ella”; a lo largo de este año he tenido la oportunidad de hacer esta reflexión con ejecutivos de diferentes empresas donde tuvimos oportunidad de colaborar; las organizaciones son sistemas lingüísticos y, sus principales barreras, también son lingüísticas; si el lenguaje moldea la manera en que vemos el mundo y las oportunidades que podemos ver o no, es importante cuidarlo; cuestiona tus pensamientos; dicen por ahí que no hay nada peor que un pensamiento no cuestionado; el problema de los cuentos que nos contamos, no es que los tengamos, sino que los creamos sin dudar y es cuando nuestros supuestos cuestionables se convierten en verdades dogmáticas que en muchas ocasiones nos limitan; estamos educados bajo normas sociales limitadoras; lo más común es creer que “no se puede”, que “no hay opciones”, que “es difícil”; existen allá “afuera” muchas más posibilidades y oportunidades de las que podemos imaginar, sin embargo, cuando nuestra conversación y atención está puesta en lo complicado que es todo, en lo difícil que es,…dejamos de ver lo mucho que el mundo nos brinda; esto aplica a las personas y, por ende, a las organizaciones en que dichas personas trabajan; pongamos nuestra conversación y atención en «cómo sí», en las posibilidades

2. Autoestima sana, la responsabilidad y la colaboración: Nuestra autoestima tiene que ver con dos creencias de mí mismo; “Tengo capacidad para enfrentar los desafíos básicos de la vida” y “Tengo la confianza en mi derecho a triunfar y ser feliz”; una autoestima defectuosa está asociada a relaciones hostiles, a ver a los demás como amenazas, a la resistencia al cambio, a negar los hechos, a no aceptar los errores propios y negarse a corregirlos, a querer tener siempre la razón, a proteger la imagen propia cuando las cosas no salen bien, a culpar a los demás, a buscar los buenos resultados a cualquier precio; por el contrario la autoestima sana está relacionada con el aprendizaje, con la adaptación, con las relaciones armoniosas, con prestar y recibir ayuda, con la responsabilidad y hacerse cargo, con aceptar los errores propios y corregirlos, con saber decir “no sé” (cuando eso sea la verdad), con resolver los problemas (en lugar de culpar); en nuestra experiencia con personas y organizaciones hemos observado en el 100% de los casos (en mayor o menor medida) un ambiente defensivo (donde se compite y se culpa a los demás, producto de una autoestima defectuosa), en lugar de uno colaborativo (donde hay responsabilidad personal y colaboración)

En resumen y con mis mejores deseos para este próximo 2020, les recomiendo: Cuida lo que te dices, cuestiona lo que piensas, observa las abundantes posibilidades que existen (cuidando lo que te dices las verás), desarrolla una autoestima sana (se puede, es cuestión de un conjunto de prácticas), asume la responsabilidad y colabora y, finalmente, promueve estas acciones en tu familia, equipo y organización; seguro que te dará buenos resultados.

Abrazo,

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