¡LA MAGIA DEL ORDEN!

Como saben leo, y leo de todo; actualmente, estoy leyendo un libro muy interesante llamado «La magia del orden» de Marie Kondo, una japonesa súper especializada en el tema del orden y la organización de los espacios de casa, oficina, etc.

Al divorciarme y comenzar a vivir en una casa pequeña, me fue necesario adquirir esta habilidad. La mudanza trajo muebles, cajas, libros, papeles, etc.

Como dicen por ahí «Todos los problemas humanos tienen su solución en todos los libros escritos por los humanos, usted no tiene todos los problemas humanos pero tiene algunos, busque un libro en relación a ése y encontrará una solución».

Normalmente busco en la lectura soluciones a lo que juzgo como problemas en mi vida y, casi siempre, con una buena tasa de éxito, encuentro buenos consejos y soluciones prácticas en los libros.

Aunque el tema es el orden de espacios físicos, quisiera aprovechar los consejos de Marie Kondo para, analógicamente, trabajar con el orden de la vida o el orden mental o como quieran llamarle.

Es simple, Marie Kondo, nos dice, en relación al orden de las cosas (y para mí tiene que ver con la estructura mental), organizar en el orden correcto, sólo tiene que ver con dos actividades:

* Eliminar cosas

* Decidir dónde guardar lo que quedó

Son sólo dos, pero la eliminación va primero. Asegúrate de terminar la primera antes de iniciar con la segunda.

¿Cómo podemos relacionar esto con nuestras vidas no físicas, no del orden físico, de las cosas, sino con nuestra vida mental y emocional?

Lo que creo es que, en este caso, la vida física y la vida mental, tienen un paralelismo importante.

Si el poner orden en la vida física se trata de desechar primero y ordenar después, pareciera que es lo mismo en la vida mental.

Mentalmente, vivimos felizmente o infelizmente; si somos capaces de, primero, desechar lo que ya no sirve y, con lo que nos quedemos, ponerlo en el lugar correcto, estaremos en el camino de lograr tranquilidad o felicidad.

Mentalmente, desechar tiene que ver con revisar nuestras creencias (su biografía, ¿Dónde la aprendí, con quién, me fue útil, me sería útil ahora?) y, de acuerdo a ese análisis, desecharla o conservarla.

Si decido conservarla, el siguiente paso es ¿Dónde la guardo, en qué cajón? Que, en mi experiencia, tiene que ver con la prioridad que le doy en mi vida. Si ya decidí conservarla, bien, ahora ¿Cuál es su importancia y de qué manera me sirve para lograr lo que deseo?

«Me encanta la historia porque siempre tiene que ver con algo que ya pasó»; nuestra historia ya pasó, como muchas de las cosas que físicamente tenemos en casa y que atiborran nuestros armarios o nuestros cajones; no se trata de desecharlo todo, pero, si se trata de objetos físicos, o bien, de «objetos» mentales, pareciera que lo efectivo es primero desechar lo que no sirve y, luego, guardar lo que nos queda en los «cajones» apropiados para que tengan el impacto productivo que deseamos en nuestras vidas.

¡Desecha lo inservible y conserva y ordena en el lugar apropiado lo que conserves!

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