¿ESTÁ LLOVIENDO?

Por alguna razón, y mi experiencia me lo ha indicado un sinnúmero de veces, las personas y organizaciones seguimos sosteniendo que basta con tomar un taller, escuchar una charla o leer un libro para transformarnos de acuerdo a nuestros deseos.

Hace tan solo unos días platicaba con alguien sobre la «Ley de la atracción» que sostiene, según he leído, que basta con desear con toda nuestro corazón y mente aquello que queremos para que el universo se «alinee» y nos lo entregue en bandeja de plata.

Yo diría que no es una falacia el considerar que el deseo es el primer paso.

Dando una charla hace algunas semanas reflexionaba con un grupo de personas que «la historia de la humanidad es la historia de sus deseos». Desear algo es el inicio del proceso de cerrar una brecha entre donde hoy nos encontramos y lo que deseamos en el futuro. Sin embargo, aunque es el primer y muy importante paso, no es suficiente.

Leyendo me encontré con que a la ley de la atracción (el deseo) habría que agregarle dos «leyes» más:

1) La ley de la acción: Después del deseo (metas), necesitamos diseñar un plan de acciones y ejecutarlo para que las cosas sucedan y

2) La ley de la gestación: Las cosas llevan tiempo, mayor o menor, pero al final toman tiempo, puede ser cuestión de minutos o de años, pero lograr lo deseado no es algo que ocurra instantáneamente

Ya he hablado de que aprender no es obtener nuevos conocimientos sino que aprender es obtener información que pueda ser puesta en acción. Aprender es hacer, es aumentar, mediante la práctica, nuestra capacidad de obtener lo que deseamos.

Ken Wilber, autor, nos dice en su libro «La práctica integral de vida»:

«¡Una de las lecciones más duras que, en la última mitad del siglo, nos ha enseñado el movimiento del potencial humano, es que los talleres de fin de semana no funcionan! Y lo mismo podemos decir con respecto a los talleres intensivos de una semana o hasta un mes; la única forma de alentar la transformación sostenida es la práctica comprometida, duradera y cotidiana».

No es la práctica lo que genera la perfección, sino la práctica perfecta (frase de Vince Lombardi).

Por otra parte, la metafísica asume que la realidad se presenta sencillamente ante nuestra consciencia sin intermediación alguna de contextos, acciones y percepciones, mientras que la nueva perspectiva «post – metafísica» nos dice que no existe ninguna visión de la realidad que se presente sencillamente ante nuestra consciencia como un «dato», que para VER algo necesitamos HACER algo.

Si queremos saber si está lloviendo, necesitamos echar una mirada por la ventana, si queremos ver las células de la hoja de un árbol necesitamos hacer uso de un microscopio, si queremos saber de que hablan los maestros zen, necesitamos meditar.

Ver requiere hacer, es decir, no hay posibilidad de experimentar una nueva visión de futuro deseada sin la práctica diligente, disciplinada y diaria.

La próxima vez que te preguntes si está lloviendo y quieras saberlo, no olvides que requieres HACER algo, moverte y ver por la ventana.

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