AGILIDAD

No es la primera vez.

Me dedico a la consultoría y al coaching, como ya lo he dicho muchas veces. Por otra parte, he sido ejecutivo de RH a nivel gerencial y directivo en diferentes organizaciones.

Al iniciar con la frase “No es la primera vez”, me refiero a lo recientemente ocurrido con una empresa prospecto de venta de nuestros servicios (programas de mejora de resultados por medio de la claridad estratégica, el desarrollo humano y el coaching).

Me buscaron por recomendación y, al conversar sobre su necesidad, tuve la claridad para ofrecerle algunos de nuestros productos que con seguridad resolverían algunos de los problemas que tenían principalmente con su factor humano.

Al recibir nuestras propuestas, no fueron de su agrado; el director de la empresa, con quien yo había platicado, optó por buscar otro proveedor quien pudiera ofrecerle soluciones “más rápidas”.

Esa misma semana me contactó el ejecutivo de otra empresa, a quien yo había conocido anteriormente y que había participado en uno de nuestros programas, con varias sesiones de trabajo durante varios meses calendario; hubo grandes resultados y por eso, al estar en una nueva empresa, me buscó.

Me comentó que estaban enfrentando los “mismos” problemas y comportamientos “viciosos” de la gente y que se habían resuelto en su empleo anterior con el programa que ejecutamos. Me pidió que platicáramos con la persona responsable del área de Capital Humano.

En este caso el área de capital humano había estado intentando resolver dichos problemas por medio de pequeñas charlas de 1 hora, una o varias veces por mes, pensando que este “pequeño” esfuerzo, lograría hacer que la gente cambiara.

De igual manera platicamos, diciéndoles que el cambio no es un “suceso”, sino un “proceso” y que en términos humanos el camino más corto no siempre es el más efectivo.

Terminamos mandando propuestas de nuestros programas, a ver qué pasa (hasta el momendo de publicar este texto, no hemos tenido más comentarios).

Sabemos que existen 3 desarrollos en las organizaciones (y en la civilización): Económico, tecnológico y humano; también sabemos que de los tres, es el desarrollo humano típicamente el más abandonado en miles de empresas.

Desarrollo humano no tiene que ver con dar cursos, sino con crear espacios de instrospección e integración intra e interpersonales.

Por una parte, hacer cambios en lo económico y en lo tecnológico sí puede ser en ocasiones un suceso, sin embargo, cuando de transformar seres humanos se trata, no hay más que emprender un camino, un proceso que requiere tiempo y práctica repetida.


Y, por otra parte, muchos (aunque algunos ya lo han comprendido) no han visto una correlación entre el desarrollo humano y los resultados de negocio. Quizás por eso siguen pensando que basta con dar una charla o un taller para que sea suficiente para hacer cambios en patrones de pensamiento, hábitos de comportamiento, maneras de conversar, colaboración y liderazgo y, si no hay cambio…¡No pasa nada!

Con quienes he tenido la oportunidad de trabajar con nuestros programas y servicios reconocen que sus principales “dolores de cabeza” no provienen de sus bienes de capital, flujo de efectivo, políticas – procedimientos, modelos de gestión de calidad, etc., sino de la gente.

Cuando las personas se comportan de maneras defensivas, cuando culpan a otros de los errores, cuando hablan de los demás a sus espaldas, cuando son “malos” jefes, cuando se aferran a sus posiciones como poseedores de la verdad, cuando no colaboran, cuando tienen creencias limitantes y hábitos de comportamiento improductivos, hacen del ambiente de trabajo un “caldo de cultivo” para el estancamiento, la inoperancia y la improductividad.


¿Cómo cambiar esto?


SCRUM, Dynamic Systems Development Method, Crystal Methodologies, Feature – Driven Development, Adaptative Software Development y otras más son estas nuevas metodologías emergentes llamadas “ágiles” muy propias del mundo del desarrollo de software, aunque también las hay para otras disciplinas como la administración de proyectos, capital humano, etc.


Tal vez esta tendencia a lo “ágil” pretenda ser empleada por extensión a la transformación de seres humanos, a su desarrollo. Imposible.


Me imagino a alguien experto en reproducción humana escribiendo el manual para “El embarazo ágil”. En desarrollo humano, las cosas llevan su tiempo.


Hace poco un ex compañero de trabajo y buen amigo, muy metido en el mundo de las Tecnologías de Información me externaba su preocupación de cómo muchos empresarios o directivos de este tipo de empresas veían a su factor humano como piezas transformables en cuestión de horas mediante un taller, una charla o algo que se le parezca.


Ken Wilber escribía en uno de sus libros, palabras más palabras menos, que uno de los grandes errores que habíamos cometido en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI era suponer que bastaba con un taller de 1 día (o 1 semana o 1 mes) para lograr el cambio en las personas. El trabajo con seres humanos no requiere un taller (solamente) sino la práctica constante y repetida para el desarrollo de habilidades que los transformen.


Somos seres complejos. El desarrollo humano requiere tiempo y práctica repetida.


Napoleón dijo alguna vez “Despacio que voy deprisa”.


Sería bueno desprenderse de la ilusión de que los seres humanos pueden transformarse de manera sostenida en el tiempo solo con unas cuantas horas de una buena charla.


Afortunadamente, son muchos nuestros clientes que hoy entienden dos cosas:

  1. Cambiar a las personas requiere un esfuerzo dedicado con tiempo y repetición
  2. Que no hay mejor inversión que la hecha en el desarrollo humano

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