
En 1992, en plenas campañas presidenciales en Estados Unidos, contendían Clinton contra Bush (padre) y, fue entonces que, James Carville, estratega de campaña del primero, puso un cartel en las oficinas centrales con varias frases, a manera de recordatorio:
1. Cambio vs. más de lo mismo
2. La economía, estúpido
3. No olvidar el sistema de salud
La frase 2 se convirtió en un eslogan publicitario que ayudó tremendamente a lo impensable, ganarle a Bush.
Con el tiempo a la frase se le agregó un «es» quedando «¡Es la economía, estúpido». Se volvió todo un clásico.
La frase ahora, no solo es usada en la arena política estadounidense, sino fuera de ella e, incluso, internacionalmente, para cuando quiere destacarse que algo es esencial en cualquier tema.
Hoy podríamos decir «¡Es la empresa, estúpido!» o «¡Son las matemáticas, estúpido», según sea el caso de lo que se trate aquello que queramos destacar como esencial.
En el caso de este artículo he querido adoptar (y adaptar) la frase para destacar lo fisiológico.
Estarás pensando «¿Quééé?»
¡Es fisiológico, estúpido!
Se trata de destacar que lo esencial en los seres humanos, es no olvidar que somos seres fisiológicos. Quiere decir que nuestra forma de pensar y sentir tiene que ver con nuestra biología cerebral, electricidad y químicos.
Cuando dos personas interactúan, creen que el otro es una máquina a quien basta con explicarle cómo vemos nosotros el mundo para que lo entienda y no haya pelea ¿Cómo podría ser así si cada cerebro humano está «cableado» de manera diferente y cada persona, entonces, ve el mundo de manera diferente, piensa y siente diferente, no por ser una «mala» persona, sino por su fisiología, su cerebro?
Algunas cosas para no olvidar:
1) Existe un único gran diseño cerebral para mamíferos, peces, aves, anfibios y reptiles, establecido hace 300 millones de años, de ahí cada cerebro evolucionó; todos estos cerebros tienen partes similares para hacer cosas similares pero, las circunstancias particulares, adaptaron cada cerebro a ellas; así las aves tienen lóbulos occipitales mejores pues necesitan identificar presas desde alturas muy altas (los humanos nos consideramos superiores a las demás especies por nuestras propias ventajas cerebrales, pero otras especies nos podrían decir que estamos equivocados pues ellos son superiores a nosotros en otros aspectos, como volar o navegación magnética; claro, nosotros inventamos cosas para suplir lo que madre naturaleza no nos dio a nosotros cerebralmente)
2) Nacemos con cerebros pre programados con aprendizaje acumulado de cientos de miles de años (nuestro cerebro teme instintivamente a una serpiente y no teme instintivamente a una flor)
3) El cerebro humano es mucho más complicado de lo que imaginamos, con miles de millones de neuronas (cada una es una computadora pequeñita) conectadas por trillones de cables (axones y sinápsis)
4) Hay partes del cerebro que pueden cambiar y otras no; como en el cuerpo humano de un adulto, por más ejercicio que haga, el esqueleto permanece igual
5) Cada persona nacemos con atributos programados que pueden ayudarnos o herirnos dependiendo de su aplicación
6) Cada persona ve las cosas como las ve por la manera en que su cerebro trabaja y, cada cerebro, lo hace diferente
7) Somos diferentes porque nuestros cerebros están cableados de manera diferente, no sólo de género a género (hombre – mujer), sino de persona a persona
8) Entre más nos conozcamos como seres fisiológicos (necesitamos estudiarnos o conocer lo que se ha investigado) mejor podemos reconocer lo que podemos cambiar y cómo cambiarlo y, mejor aún, lo que no se puede cambiar de nuestro ser y qué podemos hacer al respecto (no imagino a muchos ejecutivos comprendiendo los fenómenos fisiológicos del ser humano para poder manejar mejor las relaciones entre él y sus colaboradores o entre sus colaboradores mismos; ni imagino a muchos papás o maestros sabiendo todo esto)
Lo he dicho muchas veces, los seres humanos somos seres complejos.
Decimos que nuestra mala comunicación causa nuestras diferencias, cuando es justo al revés, nuestras diferencias (cerebrales) nos han conducido a una mala comunicación.
Las herramientas de comunicación que he enseñado en decenas de organizaciones son muy útiles, siempre y cuando comprendamos lo anterior.
¡Somos diferentes porque tenemos cerebros diferentes y vemos las cosas de manera diferente!
Es ahí donde la comunicación me ayuda a comprender la manera diferente de la persona diferente con un cerebro diferente que está frente a mí.
Y cuando comprenda al otro, podemos intentar llegar a acuerdos.
¡Es fisiológico, estúpido!
Abrazo,
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