¡SE ME ACABA LA ENERGÍA!

Imagina que inicias el día en la oficina, trabajando con esfuerzo y, al mismo tiempo, con la idea de «¡Ya quiero que se acabe el día y sólo espero poder llegar a casa para tomar un buen descanso!». Inconscientemente estás estableciendo esa meta para el final del día.

Trabajas y trabajas, termina la jornada, llegas a casa ¿No te pasa que cruzando la puerta, te «desparramas» en tu sillón favorito, enciendes la televisión y toda tu energía desaparece? Tu mujer podrá pedirte «Mi amor, ayúdame a bajar del auto las bolsas que traje del súper» y tú simplemente no te puedes mover.

¿Qué es lo que pasa? Muy sencillo; cuando estableces una meta, el cerebro sigue trabajando para alcanzarla, sin embargo, cuando estás a punto de lograrlo, la energía empieza a disminuir y, una vez que es alcanzada, ésta desaparece totalmente.

Lo mismo le sucede al vendedor cuando alcanza su cuota de ventas del mes o a los equipos de trabajo de diferentes áreas o a los equipos que trabajan en proyectos especiales. Cada vez que la meta se ve próxima, la energía empieza a disminuir y, cuando se alcanza la meta, la energía desaparece. El cerebro dice «¡Ya llegué!» y se detiene.

Hace años me encontré a un amigo que se encontraba inmensamente feliz y me dijo «Estoy muy contento porque acabo de obtener las escrituras de mi casa, terminé de pagar la hipoteca y ahora es completamente mía», le di un abrazo, lo felicité de todo corazón. Minutos después, me permití preguntarle «¿Y cuándo compras otra?». Su cara reflejó desconcierto y me dijo «¿Cómo para qué compraría más?» y le dije «No sé, como inversión para que tu dinero crezca, o bien, para rentarla y que obtengas ingresos adicionales?» Y agregué, «La pregunta es ¿Y para qué no comprar otra? ¿Existe alguna razón para no hacerlo?»

Paul J. Meyer, empresario norteamericano y fundador de la «Personal Development Industry» y de «Success Motivation International», decía «El éxito es un proceso constante de establecimiento y alcance de metas valiosas, progresivas y auto determinadas». La palabra clave es la constancia.

Al establecer metas y alcanzarlas, sin establecer nuevas, la energía desaparece.

Este proceso constante, no tiene que ver con no celebrar los triunfos, sino de celebrarlos sin dejar de seguir en el proceso de alcanzar más.

Tampoco estoy hablando de ser exitoso en términos materiales solamente, no es lo único que importa. Hay cientos de otras cosas no materiales ni económicas que pueden alcanzarse.

Las investigaciones dicen que cuando un adulto mayor deja de poner metas tiende a envejecer más rápido y a terminar más pronto sus días.

Sabemos que no es una obligación, no «tienes que» ir por más; esta reflexión es, simplemente, para recordarte que el potencial que tienes es muy grande y que la energía del cerebro te seguirá ayudando a alcanzar lo que deseas y cada vez más, mientras sigas estableciendo nuevas metas.

Abrazo,

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