
¿Te sentiste ayer un poco más triste, ensimismado, casi deprimido? Es normal, ayer fue el día más triste del año.
Sí, aunque no lo creas, se definió una fórmula o un criterio para determinar que el tercer lunes de enero de cada año es el día más triste del año.
¿La razón?
Cliff Arnall, psicólogo, determinó que para ese día, habiendo ya pasado las primeras dos semanas del año nuevo, los seres humanos nos percatamos que nuestros propósitos de año nuevo son mucho más difíciles de cumplir de lo que esperábamos, que se requiere más de nosotros de lo que llegamos a pensar.
Lo interesante es que Arnall fue requerido para firmar un estudio que declaraba esto.
Una reconocida firma de relaciones públicas a cargo de la campaña publicitaria de una empresa dedicada a los viajes, pidió a Arnall, como miembro de la comunidad científica, que avalara este estudio que afirmaba que el tercer lunes de enero era el día más triste del año con el propósito de incentivar las ventas.
Varios científicos más, estuvieron de acuerdo con esto.
Yo personalmente no creo que haya un día más triste fijo cada año, como este tercer lunes de enero. Sí creo que puede haber días tristes, pero eso no depende del día sino de nosotros.
Sí creo en la depresión y creo que puede deberse a factores de deficiencia en la química cerebral que puede corregirse con medicamentos. Pero creo que este estado emocional es, en su mayoría causado por distorsiones emocionales causadas por distorsiones cognitivas o pensamientos.
Dijo Anthony Robbins «Nada tiene poder sobre mí a no ser aquel que yo le dé a través de mis pensamientos conscientes».
Algunas distorsiones cognitivas son:
* Irresponsabilidad: Cuando culpamos a otros de lo que nos pasa emocionalmente: «Me haces enojar»
* Confusión: Cuando confundimos emociones con interpretaciones: «Siento que deberíamos…» («deberíamos» no es una emoción sino una interpretación)
* Extremismo: Cuando pensamos en términos de «todo» o «nada»: «Soy un total fracaso»
* Generalización: Cuando pensamos que lo sucedido pasará siempre, por ejemplo lo malo que ha pasado, siempre sucederá
* Sesgo: Elegir un detalle negativo y concentrarse en él
* Tremendismo: Potenciar el sesgo negativo
* Descalificación: De lo positivo por lo negativo
* Percepciones «extra sensoriales»: Lectura del pensamiento o del futuro
* Razonamiento emocional: Emociones como evidencia de opiniones: «Me siento inferior por lo tanto SOY inferior»
* Rotular: Poner etiquetas a uno mismo y a los demás
Lo interesante es que estos pensamientos distorsionados nos llevan a emociones distorsionadas o magnificadas, pero también sucede al revés, es decir, las propias emociones magnificadas por dichos pensamientos, generan nuevos pensamientos que generan más emociones destructivas, etc.
Los resultados que obtenemos en la vida, dependen de las acciones que emprendemos y estas acciones provienen de nuestros estados emocionales que son originados por los pensamientos que seleccionamos.
Así, la depresión proviene de una tristeza magnificada por pensamientos distorsionados, que generan más tristeza que generan más pensamientos…en un ciclo sin fin, a menos que lo rompamos deliberadamente.
Así que una vez más repetiré, somos seres lingüísticos y nuestros pensamientos son lenguaje. Selecciónalos con cuidado y si, descuidadamente te permites pensar de manera negativa, entonces cuestiónalos, verifícalos preguntando «¿Es realmente este pensamiento verdad? ¿Tengo total certeza de que este pensamiento es cierto?».
No permitas que ni este tercer lunes de enero ni ningún otro día de cada año, sea el más triste del año.
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