
Cuando pensamos en ideas fundamentales que pudieran ser claves para la elaboración de diversos contenidos para nuestro blog, se nos dificulta decidir con cuáles podríamos empezar.
Creemos que lo mejor sería hacer referencia a aquella buena frase de Thomas Henry Huxley que reza “La gran finalidad de la vida no es el conocimiento, sino la acción”.
Después de algunos años de trabajo Delphos, cuyo modelo de cambio tiene sólidas bases teóricas, ha comprobado una y otra vez que sí, la teoría es maravillosa, pero los resultados se producen en realidad, cuando dicha teoría es puesta en acción.
A nivel personal, de equipo y organizacional, son las acciones guiadas por el conocimiento y lo que la ciencia ha demostrado, lo que produce resultados espectaculares.
En muchas ocasiones, los grupos que participan en nuestro modelo de cambio, responden con un rotundo “¡Sí!” a la pregunta “¿Aprendieron mucho el día de hoy?” y pasamos inmediatamente a la reflexión “¿Cómo es posible aprender cuando no se ha pasado esta teoría a la acción? Sólo aprenderán quienes pongan en práctica lo que hoy hemos visto”.
La única manera de saber que hemos aprendido es cuando hoy hacemos algo que ayer no hacíamos, es decir, no es la teoría, sino la acción lo que evidencia el aprendizaje en los seres humanos.
A lo largo de nuestro modelo de cambio existen muchos valiosos conceptos (conocimiento) que nos harán conscientes (hallazgos) de la brecha existente entre lo que hoy somos, hacemos y tenemos, y lo que deseamos ser, hacer y tener, sin embargo, no habrá ningún resultado si nuestros conocimientos y hallazgos no se traducen en acciones.
“La práctica hace la perfección” dicen por ahí; no, nosotros hemos comprendido que en realidad “La práctica PERFECTA hace la perfección”.
Siempre tenemos buenos planes para mañana, sin embargo, el mejor momento para cambiar es ahora y eso requiere la puesta en práctica inmediata de lo que hemos conocido y hallado.
Existen muchos obstáculos en el camino del aprendizaje como la ceguera o vergüenza de la propia incompetencia, el miedo a declarar ignorancia, o bien, el orgullo o la arrogancia que impiden pedir ayuda o nos llevan a asegurar que uno “ya sabe”.
Si vemos detrás de estos obstáculos aparece el ego, el cual es producto de una auto estima disminuida que nos lleva a presentarnos como “poderosos” frente a los demás. Pero cuando el ego no opera podemos reconocernos (en algunos aspectos y temporalmente) como ignorantes e incompetentes, sabiendo que “luego se nos quita” mientas realicemos acciones para solventar estas carencias, es decir, con el aprendizaje (conocimiento puesto en acción).
Con seguridad en nosotros mismos podemos decir “No sé” sin que nuestra identidad sea dañada.
Es la acción la que produce aprendizaje y con ello resultados. Los exitosos, simplemente, siguen pasos concretos: Poner una meta o situación deseada, trazar un plan de acción para alcanzarla, EJECUTAR el plan, analizar sus avances, ajustar su plan si es necesario y volver a la EJECUCIÓN hasta llegar al resultado determinado. Todo el proceso es valioso, pero sin la ejecución no hay resultados por más metas y planes que se hayan definido.
Así pues, nuestro mayor deseo, es convertir en práctica cotidiana todos los conceptos que manejamos en nuestro modelo de cambio para al final poder gritar jubilosos “¡He aprendido y he alcanzado mis metas!”
“La acción genera ser”; somos lo que actuamos y el aprendizaje, es decir, la información puesta en acción, es el camino.
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