NO LO VEMOS TODO

En 1953, se realizó un experimento, que hoy es un clásico, donde los asombrados científicos comprobaron que, mediante su vista, las ranas sólo pueden distinguir 4 cosas: Claras líneas de contraste, cambios repentinos de iluminación, contornos en movimiento y curvas de contornos de objetos pequeños y obscuros; no pueden distinguir el rostro de su madre, ni apreciar un atardecer; sólo ven lo necesario para comer y no ser comidas.

Los ojos humanos son selectivos también, claro vemos cosas más complejas que las ranas. Creemos que vemos todo, pero no es así. Las especies están afinadas para percibir lo necesario para la supervivencia. 

En nuestro caso, percibimos solo las sensaciones para las que estamos programados a recibir. Nuestra conciencia está restringida por el hecho de que reconocemos solo aquello para lo que tenemos una categoría. 

No hablamos de lo que vemos sino que sólo vemos aquello de lo que podemos hablar. Vemos una silla no porque lo sea sino porque le llamamos «silla» (categoría), vemos el sol porque le llamamos «sol». Lo que no tiene nombre «no lo vemos». 

Einstein dijo a Heisenberg en 1926, «No tiene sentido comprobar una teoría mediante hechos observables solamente, porque ocurre justamente lo opuesto, es la teoría la que decide lo que podemos observar». 

Si buscas posibilidades, recuerda esto. Hay mucho más «allá afuera» de lo que alcanzas a ver. Hay opciones. 

Abrazo,

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