EMINENCIA MÉDICA

Eminencia médica

Seguro lo conocen, es un caso hipotético que nos lleva a pensar sobre lo que nos contamos.

«Un padre y su hijo tienen un accidente automovilístico, el padre muere, el hijo, queda muy herido y es llevado al hospital. Piden a una eminencia médica que lo opere, cuando ve al muchacho dice “No puedo operarlo, es mi hijo”, entonces ¿Quién este personaje? ¿Y el padre muerto? ¡No entiendo nada!»

Varias personas responden «Se trata del padre biológico o de un sacerdote» y un montón de respuestas que tratan de explicar cómo es que aparece este segundo padre.

¡Es la madre!

Nuestro modelo mental no lleva a pensar que “Eminencia Médica” es igual a “Hombre”…¡Pero! ¿En que “demonios” pensamos? Son cuentos repetidos miles de veces que se convierten en nuestras creencias y así, vemos el mundo.

Como el «chiste» que dice: «A la mañana, la madre estaba preparando el desayuno para su hijo; como éste no aparecía, fue hasta su dormitorio y encontró la puerta cerrada; “¿Te sientes bien?”, preguntó; “Estoy bien”, le contestó una voz desafiante, “simplemente he decidido no ir hoy a la escuela”; “¡¿Cómo dices?!”, estalló la madre, “¿Te has vuelto loco?”, “No mamá, tengo tres buenas razones para no ir a la escuela; primero, me aburre, segundo, los maestros me odian y, tercero, los niños se burlan de mí, ahí tienes mis tres buenas razones”; “Ciertamente tienes tus buenas razones, pero ahora yo te daré tres mejores razones por las cuales irás a la escuela, primero, soy tu madre y te digo que debes ir, segundo, tienes cincuenta y tres años y, tercero, ¡Eres el director de la escuela!»

¿Creíste que se trataba de una madre y un hijo pequeño? ¡Fue tu modelo mental quien te dijo eso!

¡Ten cuidado! ¡Cuestiona!

Abrazo

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