EL PENSAMIENTO

«Una vez que comprendes que con lo único que tienes que trabajar es con tu pensamiento, entonces, cuando lo sometes a la indagación, cualquier problema que experimentes en el mundo se convierte en algo capaz de proporcionarte dicha», Byron Katie

No es que se trate de renunciar al pensamiento, sino cuestionarlo.
Son 4 preguntas (y dos adicionales):
¡Dame un pensamiento (sobre otra persona, la economía, el dinero, tu pareja, etc.)!:
1) ¿Es verdad?
2) ¿Tienes toda la certeza de que eso es verdad?
3) ¿Cómo reaccionas cada vez que crees en ese pensamiento? (Las dos adicionales «¿Tienes alguna razón para renunciar a ese pensamiento? ¿Tienes una razón no estresante para mantener ese pensamiento?»)
4) ¿Quién serías sin ese pensamiento?
¡Sólo cuestiónalo! (El pensamiento)
Luego vienen las inversiones: De «Mi marido debería ser más educado conmigo» a «Yo debería ser más educada con mi marido» o «Yo debería ser más educada conmigo misma» o «Mi marido no debería ser más educado conmigo» y encontrar evidencias genuinas de cada una de ellas. Eso nos hace pensar profundamente.
Abrazo,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *