
Byron Katie, autora del libro «Amar lo que es» nos dice «Lo que más me gusta de la realidad es que siempre es la historia de un pasado y lo que más me gusta del pasado es que ya terminó».
Un accidente, un divorcio, la muerte de algún ser querido, el despido de un trabajo, etc…ES PASADO y ya terminó.
Cuando Bosco Gutiérrez, arquitecto mexicano, fue secuestrado y encerrado por 9 meses en una casa de seguridad, específicamente, en un cuarto de 3 metros de largo por 1.5 de ancho, con solo una cama, una taza de baño, una cubeta de agua y un alimento al día, él mismo nos cuenta, sus primeros meses fueron mucho más terribles que el resto de ellos, pues vivía atormentado. Era el cuento «imparable» que seguía y seguía, la causa de su desasosiego.
Su pensamiento no era más que lamentos y preguntas que no conducían a nada, «Maldita sea mi suerte», «¿Por qué a mí?», «Esto es lo más terrible que me pudo pasar y le puede pasar a un ser humano», «¡Maldito seas Dios!», etc.
A pesar de su terrible situación, le fue posible alcanzar la serenidad, pero ¿Cómo?, cuando comprendió que aceptar su situación y que «esto es lo que es», podía calmarlo y pensar con claridad. Empezó por pedir implementos para limpiar su «nuevo hogar».
Rosemund Zander y Ben Zander, en su libro «The art possibility», escriben todo un capítulo llamado «The way things are» (La manera en que son las cosas).
La aceptación de lo que es, nos puede llevar a la resignación o a los lamentos o rebeldía improductivos. No se trata de eso. Con un enfoque diferente, aceptar la manera en que son las cosas, nos lleva a «tocar fondo» y, desde esa posición de serenidad, sin pelear con la realidad, comenzar a ver opciones para remediar las cosas, salir «del pozo» y encontrar nuestros deseos y metas.
No es la realidad (el pasado), sino nuestros pensamientos improductivos y destructivos, lo que nos impide resolver las cosas que no nos gustan.
No te centres en lamentos, sino en la aceptación de las cosas y hazte preguntas – resultado.
Abrazo,
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