TODO LO DICHO ES DICHO POR ALGUIEN

Todo lo dicho es dicho por alguien…

…dice Humberto Maturana

Cuando me asumo como poseedor de la verdad absoluta y universal dejo de entender que, aunque la realidad es una sola, cada quien «la vemos» de manera diferente. Hay dos roles posibles para vivir la vida, el «sabelotodo» que deriva su autoestima de tener siempre la razón y, el «aprendiz» que sabe que no posee LA verdad y que el otro es alguien digno de tener sus propias ideas y de ver el mundo desde su perspectiva.

Cuando hablamos de «crítica» o «retroalimentación» sólo vemos dos opciones, la crítica destructiva y la constructiva. Suponemos que la constructiva es la mejor, pero las dos son igualmente peligrosas porque parten del punto de vista del «sabelotodo», es decir, «yo estoy bien, tú, mal». Ambas buscan que el otro cambie.

«Ante dos malas opciones, elige una tercera», dicen por ahí. Existe una «tercera opción», la crítica «desconstructiva» que no busca que el otro cambie, sino que aprendamos juntos.

Algunas de sus características:

+ En la crítica constructiva (dejaremos la destructiva fuera), el que tiene «LA verdad» es el crítico, en la crítica desconstructiva «LA verdad» la puede tener el crítico o el criticado o los dos o ninguno
+ En la crítica constructiva el que corre el riesgo de aprender es el criticado, en la desconstructiva son ambos, el crítico y el criticado
+ El que está confundido, en la constructiva, es el criticado, en la desconstructiva el confundido es el crítico («Veo lo que haces pero no entiendo tu proceso de razonamiento ¿Me lo explicas?»)

«El hecho de que tengas razón, no significa que yo esté equivocado, sino que no has visto el mundo desde donde yo lo veo».

Abrazo,

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